La madrugada del pasado martes, la discoteca Jet Set en Santo Domingo, República Dominicana, se convirtió en el escenario de una tragedia que dejó al menos 113 fallecidos y más de 250 heridos. Entre las víctimas se encontraba el icónico cantante Rubby Pérez, quien se encontraba en el escenario junto a su orquesta, incluyendo a su hija Zulinka Pérez como corista.

Zulinka, quien sobrevivió al colapso, relató cómo fueron los últimos momentos junto a su padre. Durante la presentación, le pidió ayuda a Rubby para interpretar una canción debido a una reciente operación. Él, con su característico cariño, le sugirió que permaneciera en su micrófono mientras él se encargaba del suyo. Esta decisión, aunque aparentemente simple, terminó salvándole la vida.

El techo del lugar colapsó de manera repentina, dejando a los presentes en completa oscuridad. Zulinka recordó cómo su esposo, también miembro de la orquesta, la protegió con su cuerpo, instándola a salir para garantizar la seguridad de su hijo. Mientras tanto, Rubby quedó atrapado entre los escombros, y aunque inicialmente se creyó que estaba con vida, horas después se confirmó su fallecimiento.

La hija del cantante compartió que su padre siempre le había pedido que, en caso de una tragedia, lo cubriera para evitar que se tomaran fotos de su cuerpo. Este gesto de respeto fue cumplido por la familia mientras esperaban noticias de los rescatistas. La noticia de su muerte fue un golpe devastador para sus seres queridos y seguidores.

El legado de Rubby Pérez, conocido como "La Voz Más Alta del Merengue", perdurará en la memoria de quienes disfrutaron de su música y carisma. Zulinka, entre lágrimas, expresó su gratitud por los momentos vividos junto a su padre y aseguró que su música seguirá siendo un símbolo de alegría y unión para todos.

La comunidad artística y los fanáticos de Rubby Pérez han expresado su pesar por esta pérdida irreparable, recordando al artista como un ícono del merengue y un ser humano excepcional.