El Vaticano ha confirmado esta mañana el fallecimiento del Papa Francisco, quien partió a la casa del Padre a las 7:35 hora local en Roma. Con 88 años, el pontífice, cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, hizo historia al convertirse en el primer latinoamericano en liderar la Iglesia Católica en marzo de 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI. Su elección marcó un hito significativo, reflejando la diversidad y el alcance global de la fe católica.

En las últimas semanas, Francisco había enfrentado complicaciones respiratorias que lo llevaron a ser hospitalizado en el hospital Gemelli durante más de un mes. A pesar de recibir el alta el 23 de marzo, su salud se vio seriamente comprometida por una neumonía. Su lucha por la vida fue un testimonio de su fortaleza y determinación, pero finalmente, su cuerpo no pudo resistir más.

El Cardenal Farrell, en un emotivo comunicado, expresó su profundo dolor por la pérdida del pontífice: "Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados". Estas palabras resaltan el compromiso del Papa Francisco con la justicia social y su incansable labor en defensa de los más vulnerables.

Su última aparición pública tuvo lugar menos de 24 horas antes de su fallecimiento, cuando saludó a los fieles en silla de ruedas durante la celebración del Domingo de Pascua en la Plaza de San Pedro. En ese momento, dirigió un mensaje de esperanza a la multitud: "Queridos hermanos y hermanas, ¡Felices Pascuas!". Este acto final simboliza su dedicación inquebrantable al servicio de la comunidad católica.

La noticia de su muerte ha dejado un vacío en el corazón de millones de personas alrededor del mundo. La comunidad católica y el mundo entero están en duelo por la pérdida de un líder que dedicó su vida al servicio del Señor y a la promoción de los valores cristianos, dejando un legado imborrable que inspirará a futuras generaciones.