En un movimiento sin precedentes, Ucrania ha lanzado misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos contra territorio ruso. Este ataque, que tuvo lugar en la región de Bryansk, ha sido confirmado tanto por fuentes rusas como estadounidenses.

El Ministerio de Defensa ruso informó que varios misiles balísticos ATACMS fueron disparados hacia una instalación militar en Bryansk. Según el comunicado, algunos misiles fueron interceptados, mientras que uno causó un incendio en la instalación. No se reportaron víctimas ni daños significativos.

El gobierno de Estados Unidos había autorizado recientemente a Ucrania a utilizar estos misiles contra objetivos en territorio ruso, una decisión que ha sido vista como una escalada significativa en el conflicto. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, declaró que este ataque es una señal de que Occidente busca intensificar la guerra.

Por su parte, el ejército ucraniano confirmó el ataque a un depósito de municiones en Bryansk, aunque no especificó si se utilizaron misiles ATACMS. El ataque provocó múltiples explosiones secundarias, según fuentes ucranianas.

Este evento ocurre en un contexto de creciente tensión, con Rusia actualizando su doctrina nuclear para incluir nuevas condiciones bajo las cuales consideraría el uso de su arsenal. La comunidad internacional observa con preocupación esta nueva fase del conflicto, que podría tener implicaciones significativas para la estabilidad global.

La respuesta de Rusia a este ataque aún está por verse, pero el Kremlin ha dejado claro que considera este acto como una agresión directa respaldada por Estados Unidos.