Las conversaciones que llevaron al acuerdo se celebraron en Doha y fueron impulsadas por Qatar, Estados Unidos y Egipto. El anuncio de la tregua fue recibido con gritos de júbilo en la Franja de Gaza. En la primera fase del acuerdo se deberían liberar a varios rehenes, a cambio de palestinos detenidos por Israel.

El cese al fuego debe poner fin a los incesantes bombardeos y enfrentamientos en el territorio, escenario de una implacable ofensiva israelí tras el ataque de Hamás en el sur de Israel en octubre de dos mil veintitrés. La segunda fase del pacto implicaría la liberación de los últimos rehenes, incluidos soldados varones y los cuerpos de los rehenes asesinados.

El acuerdo también garantiza que la ayuda humanitaria pueda entrar en el enclave palestino. Se autorizará la entrada en la Franja de Gaza de camiones cargados de ayuda humanitaria cada día de tregua.

El presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, también confirmó estos detalles. Entre los rehenes liberados habrá estadounidenses, mientras que Israel liberará a prisioneros palestinos.

La segunda fase del acuerdo, que aún está por definir, implicará un fin definitivo de la guerra y la retirada completa de las tropas israelíes del corredor de Filadelfia. El alto el fuego entre Hamás e Israel entrará en vigor el domingo diecinueve de enero y tendrá una duración de cuarenta y dos días.