Este informe, que es la primera evaluación global desde la pandemia, señala que el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU no se puede alcanzar al ritmo actual de progreso.

El director de Pobreza y Equidad del Banco Mundial, Luis Felipe López-Calva, explicó que, aunque se ha logrado una mejora significativa en las últimas décadas, la pandemia ha golpeado duramente a los países de renta baja, impidiendo su recuperación. Hoy en día, una parte considerable de la población mundial vive con menos de una cantidad mínima diaria, y se espera que para 2030, un porcentaje significativo de la población mundial siga viviendo en pobreza extrema.

Axel van Trotsenburg, director gerente del Banco Mundial encargado de políticas de Desarrollo, lamentó los graves retrocesos en la lucha contra la pobreza global y señaló el lento crecimiento económico, la pandemia, la elevada deuda, los conflictos, la fragilidad y los impactos climáticos como algunos de los responsables de este retroceso.

El informe también sugiere que los ingresos en todo el mundo tendrían que multiplicarse varias veces para alcanzar el nivel mínimo de prosperidad para los países de renta alta. Además, se estima que casi una quinta parte del mundo experimentará un evento climático severo durante su vida, del cual les costará recuperarse.

El Banco Mundial advierte que se necesitarán más de tres décadas para lograr acabar con la pobreza, especialmente en los países de bajos ingresos, y subraya la importancia de reducir las emisiones de carbono para combatir la pobreza.

En resumen, el Banco Mundial destaca la importancia de una acción global coordinada para abordar los desafíos de la pobreza y la desigualdad, e insta a los gobiernos y a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para alcanzar estos objetivos.