Australia se enfrenta a una crisis de incendios forestales descontrolados, especialmente en el parque nacional Grampians, en el estado de Victoria. Este sábado, los servicios de emergencia emitieron una orden de evacuación para cientos de residentes debido a la rápida propagación del fuego, que ha consumido 5,400 hectáreas en un solo día.

Las condiciones climáticas adversas, caracterizadas por vientos fuertes y sequedad extrema, han exacerbado la situación. Los bomberos han expresado su preocupación, indicando que la falta de precipitaciones ha creado un entorno propicio para la ignición y propagación de incendios. “En los incendios de alta energía, como bomberos no podemos hacer mucho. La naturaleza es poderosa y nos limitamos a intentar controlar el fuego dentro de los límites”, afirmaron.

El incendio se originó el martes tras un rayo que cayó sobre los bosques secos. Los residentes de Halls Gap, una localidad cercana, han sido instados a evacuar debido a que los vientos del sur han llevado el fuego hacia esta área. Además, se ha emitido una alerta de evacuación inmediata para Bullengarook, en la región central de Victoria, debido a otro incendio sin control que avanza hacia el norte.

Mark Gunning, controlador de incidentes de Emergency Management Victoria, calificó la situación como “extremadamente mala”. En tres reuniones informativas, se advirtió a los lugareños que el incendio había triplicado su tamaño, alcanzando las 30,000 hectáreas. Se prevé que el siniestro continúe ardiendo durante semanas en terrenos difíciles, amenazando a comunidades cercanas como Dunkeld y Pomonal, esta última aún recuperándose de un devastador incendio en febrero.

Los pronósticos del Consejo Nacional de Bomberos y Servicios de Emergencia (AFAC) indican que las áreas con mayor riesgo de incendios severos se encuentran en los distritos occidentales y regionales de Malle, así como en partes del noreste y la península de Mornington.

Los esfuerzos de extinción desde el aire también enfrentan dificultades. Gunning informó que la densa columna de humo observada el viernes 20 indicaba un aumento en la intensidad del fuego, lo que llevó a que algunos camiones debieran retirarse para proteger la vida de los bomberos. Describió la columna de humo como “una gran aspiradora” impulsada por los vientos superiores, arrastrando el fuego consigo.

La sequía prolongada, con más de 18 meses sin lluvias significativas, ha sido identificada como uno de los principales factores que alimentan estos incendios. Gunning advirtió sobre posibles escenarios catastróficos y enfatizó la necesidad de comprender la gravedad de la situación y prepararse para lo que podría venir.